Donde te conocí.
La tensión en el habiente te golpeaba como una bala dando a su objetivo.
Atrasado como siempre la araña en mi oído decía “necesito más tiempo para colocarme las zapatillas”
La espere en la entrada los de siempre.
El pasillo que separa la entrada del escenario había un pasillo en cual recorrí al terminar el segundo grupo.
Al recorrer aprecian caras, rostros, sonrisas, amigos de antaño.
La vieja escuela se hacía presente en carácter muy ausente.
Después empezó la música.
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