domingo, 15 de octubre de 2017

Mi Onceavo Día de Invierno.



Octubre
Fue extraño sentir tanto frio en aquel día soleado,  podía  respirar el aire aun envuelto en gasolina y a neumáticos quemados, de las motos que despedían  a octubre que decido huir, dejando el calendario.
La velocidad, las carcajadas y las noches de cerveza. Son historias de un pasado decadente.
El cual nos enorgullece.  Se  fragmento la armonía, cuando la filarmónica que toca el primer soneto. Junto a nuestros trajes de luto, La hermandad de las tuercas  mudos asistieron.
Solo el leve ruido de los motores se sincronizaba con el latino de los corazones.
La visita inesperada nos reunía. 

Voz -   La hermandad de las tuercas detuvo el tiempo un segundo, que duro eones.

Voz -   Ya hacia colgado el onceavo  crisantemo, lo desembarcaron  tan lento como la velocidad  exacta para tomar una curva, incluso los pies fríos de los asistentes podían sentir la brisa  con olor a concreto.  Diciembre observa, con calma. Esperando su momento, incluso el cielo se quedó en silencio, incluso ningún dragón gobernaba el cielo.

Parpadeé fue un instante largo, como  el sonido de un contestador.

Voz -   Los cuervos junto a la sinfónica acompañaron la velada, al finalizar  solo se escuchó, el ruido de los motores sal alejarse.

El Primer Inicio

Entre libros y apuntes inicio el fin del verano, medio en serio la mochila tomo un peso diferente. La cocina me saluda. Los olores t...